Los dos aparatos glaciares constituyeron los últimos restos de hielo glaciar de la vertiente de Mulleres, donde en las fases más tardías de la última glaciación, hace 10.000 años, continuaba aún muy activo el Glaciar de la Escaleta. Era el sector más alejado de las cuencas de alimentación del Glaciar del Ésera (Valle de Benasque), que alcanzó una longitud de 36 km en sus mejores tiempos.
En las últimas décadas ambos han tenido dimensiones muy reducidas, sin superar las 0,3 ha. Los antiguos heleros y posteriormente sus restos residuales únicamente emergían ya muy avanzada la temporada, puesto que hasta finales de verano se encontraban protegidos bajo una capa de nieve, salvo los veranos más calurosos.
A partir del año 2009 dejaron de ser considerados heleros para ser catalogados como residuales.
El glaciar del Turó de les Tres Puntes era visible desde el Pla de Aigüalluts. La sobrealimentación que le proporcionaba la nieve desprendida de la barrera rocosa y una orientación favorable han permitido minimizar su deterioro. Durante las siguientes décadas, fué deteriorándose progresivamente hasta su extinción en 2020.
El glaciar de Cap de Toro, también protegido de la radiación solar hasta mediodía debido a su orientación oeste, se escindió en tres partes en la década de los 80. Antes de ser considerado residual, únicamente el fragmento central contenía hielo glaciar, flanqueado casi siempre por dos neveros hasta su extinción total en 2019.
Este aparato glaciar pertenece al siguiente macizo: