El Glaciar de Gourgs Blancs, con 53 ha, fue el 12º más extenso de los Pirineos. A principios del siglo XX, el espesor del hielo glaciar superaba el Collado de Gourgs Blancs (2.877 m), formando una pequeña lengua que descendía hacia el este, en uno de los escasos ejemplos de difluencia glaciar en los Pirineos.
Análogamente a los Ibones Blancos de Literola, la sobreexcavación y posterior retroceso del hielo ha propiciado la formación de nuevos “gougs blancs” (lagunas-ibones). Estos se caracterizan por el color blanquecino de las aguas, provocado por los sedimentos (harina de glaciar) originados por la acción erosiva del hielo.
Este actual helero se fraccionó en dos heleros principales. El más oriental (38-1), entre el Pico Jean Arlaud (3.065 m) y el Pic des Gourgs Blancs (3.129 m). El más meridional (38-2), entre esta cima y la Pointe Lourde Rocheblave (3.108 m). Ambos se han ido deteriorando y reduciendo, cubriéndose además de material de erosión.
En la actualidad, el fragmento oriental (38-1) aparece como un helero de pequeñas dimensiones adosado al sector más protegido de la pared. El fragmento más extenso (38-2) se escindió en tres unidades principales que todavía se observaban en 2020. En 2023 únicamente seguía visible el fragmento principal en forma de helero.
Todos los fragmentos de este glaciar extinto suman una extensión de 0,6 ha, pudiendo existir otros restos no visibles cubiertos por el material de erosión que abunda en el sector.
Este aparato glaciar pertenece al siguiente macizo:
38) Gourgs Blancs
Comparativa de imágenes


Comparativa de 17 años.
El Helero de Gourgs Blancs en proceso de fraccionamiento en el año 2006, intuyéndose su futura descomposición y la importancia de la cobertura por derribos. (Pierre René).
223.- En 2023. A la izquierda el muy reducido y negruzco helero oriental (38-1). En el centro la fracción más extensa (38-2), también muy mimetizada. (Galou Rando).