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El glaciar de Tempestades ha sido históricamente uno de los glaciares más emblemáticos de los Pirineos. Durante la Pequeña Edad de Hielo ocupó el 7º lugar en longitud y extensión, superando los 1,4 km de longitud y las 68 ha de superficie. Un conjunto morrénico bien conservado ha facilitado el seguimiento de su retroceso. Su lengua conservaba 870 m de longitud a principios del siglo XX y 500 m en 1985.
Entre 1985 y 2006, el retroceso glaciar de Tempestades fue especialmente notable en comparación con el resto de grandes glaciares pirenaicos. Desde 2006, el retroceso de su frente ha arrinconado su cuerpo principal en la base de la cresta que une el Pico Margalida con el de Tempestades, protegiéndolo del impacto de la radiación solar. Su deterioro no se ha interrumpido, pero progresa a un ritmo considerablemente menor que el resto de aparatos glaciares pirenaicos. En 2004 y en su sector oriental sufrió una importante escisión, mientras que el fragmento en forma de helero se extinguió en 2012.
Actualmente, aunque sigue catalogado como glaciar, presenta signos de actividad débil. No obstante, con una extensión actual de 4 ha, está considerado el 6º más extenso de la cordillera.
Este aparato glaciar pertenece al siguiente macizo:
9) Tempestades
Comparativa de imágenes
Comparativa de 37 años (1986-2023).
Desde la cumbre de Mulleres en 1986, a la izquierda el Glaciar de Tempestades (dificulta parcialmente su visión el Pico de Salenques).
En el centro el Glaciar de Barrancs, a la derecha el Glaciar de Aneto. (Jordi Camins). Desde el Collado de Barrancs en 2023 y con las mismas referencias de la imagen anterior, la lamentable imagen que ofrecen los actuales AG, 37 años más tarde. (Jordi Camins).
Comparativa 37 años (1986-2023).
El Glaciar de Tempestades en 1986, desde el sector del Collado de Barrancs. Comparar con imágenes anterior y siguiente. (Jordi Camins).
El Glaciar de Tempestades en 2023 desde el sector del Collado de Barrancs. Comparar con las dos imágenes anteriores. (Jordi Camins).
